En Dios está la esperanza de liberación
3 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.
2 Él me ha guiado, me ha llevado por tinieblas y no por la luz;
3 ciertamente contra mí vuelve sin cesar su mano todo el día.
2 Él me ha guiado, me ha llevado por tinieblas y no por la luz;
3 ciertamente contra mí vuelve sin cesar su mano todo el día.
4 Él hizo envejecer mi carne y mi piel y quebrantó mis huesos;
5 levantó baluartes contra mí y me rodeó de amargura y trabajo.
6 Me dejó en oscuridad, como los que murieron hace ya mucho tiempo.
5 levantó baluartes contra mí y me rodeó de amargura y trabajo.
6 Me dejó en oscuridad, como los que murieron hace ya mucho tiempo.
7 Me cercó por todos lados y no puedo salir; ha agravado mis cadenas.
8 Aunque clamo y doy voces, él cierra los oídos a mi oración.
9 Él cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
8 Aunque clamo y doy voces, él cierra los oídos a mi oración.
9 Él cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
10 Fue para mí como un oso en acecho, como un león que se agazapa.
11 Torció mis caminos y me despedazó; me dejó desolado.
12 Tensó su arco y me puso por blanco de la saeta.
11 Torció mis caminos y me despedazó; me dejó desolado.
12 Tensó su arco y me puso por blanco de la saeta.
13 Ha clavado en mis entrañas las saetas de su aljaba.
14 Soy el escarnio de todo mi pueblo, el objeto de su burla día tras día.
15 Me ha llenado de amargura, me ha embriagado de ajenjo.
14 Soy el escarnio de todo mi pueblo, el objeto de su burla día tras día.
15 Me ha llenado de amargura, me ha embriagado de ajenjo.
16 Mis dientes quebró con guijarros y me cubrió de ceniza.
17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien
18 y dije: «Perecieron mis fuerzas y mi esperanza en Jehová.»
17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien
18 y dije: «Perecieron mis fuerzas y mi esperanza en Jehová.»
19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel.
20 Aún lo tengo en la memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí.
21 Pero esto consideraré en mi corazón, y por esto esperaré:
22 Que por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias;
23 nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!
24 «Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.
20 Aún lo tengo en la memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí.
21 Pero esto consideraré en mi corazón, y por esto esperaré:
22 Que por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias;
23 nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!
24 «Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.
Así ha estado mi alma, pero se que en medio de la prueba no desfallezco porque El está conmigo y aún en medio del desierto sus cuidados son con detalle y me ha hablado en medio de mi angustia. Entiendo, ahora, las pruebas son tiempos en donde solo aprendo a escuchar su voz, mi corazón desespera por una Palabra salida de su boca, pero aún en el silencio levanto mis manos para alabarlo porque sé que después de todo seré una sierva preparada para ir y hablar con poder y hacer maravillas en su nombre, así muchos podrán creer y conocer que existe la esperanza y es Jesús.
Me gozo, porque aún en mi frustración entiendo que sus misericordias han sido grandes para conmigo. Él es mi gozo y "mi porción", no temeré porque SU MANO ME SOSTIENE y como me ha sacado del hoyo otras veces, seguirá haciéndolo una y otra vez.
Solamente que no me faltes tu, Señor, en ti estoy completa! Amen!