20. Vida de Valientes

En la vida de una persona transformada por Dios se va avanzando y siendo transformados y perfeccionados cada día mas.  Llega una etapa de madurez en donde ya no me tengo que preocupar de que si es pecado o no sino de que si lo que hago agrada o no a Dios, si mi vida constantemente va a en busca de mi santidad o no. La santidad va siendo como un colador en donde cada vez los ollitos son mas pequeños para la búsqueda de la unción, ollitos en donde cada vez es mas difícil que entre el pecado.

Pero ¡Que frustración tener que ser santo, si nunca puedo dejar de pecar!
Nunca voy a llegar a ser perfecta pero todo se trata de cuanto yo intento buscar la santidad por mi misma y que luego es completada con la gracia de Dios que es la única que me salva. Una gota de agua de inodoro mancha todo el litro de agua, pero mi búsqueda CONSTANTE de la santidad me hace una persona llena del Espíritu de Dios.

Debo ser constante y perseverante en la búsqueda de Dios, aunque muchas veces me quede dormida estaré orgullosa cuando el diablo diga: ya no podemos hacer nada en contra de ella porque no podemos contra su táctica, CUANDO CAE, SE LEVANTA, CUANDO CAE SE LEVANTA.

Una táctica de valientes, una táctica de vencedores que no se dan por vencidos sino que quieren la unción de Dios más que nada y que nadie, que luchan por ella, que la piden y la anhelan con todo su corazón.

Esa es una vida que agrada a Dios, es todo un reto porque para seguir a Dios tengo que estar dispuesta a dejarlo todo, a dejar aún hasta mis propios deseos o necesidades para hacer lo que él me dice que haga, dejar mis miedos, inseguridades, mi ego, aún los amigos que no me convienen, películas con escenas sexuales, malas palabras, música que no agrada a Dios, mentiras etc. por amor a El. Morir a mi misma cada día es un reto de valientes y más MANTENERME EN INTEGRIDAD, sin contaminarme con cosas vanas que no agradan a Dios sino buscar su presencia que es en donde está la vida y la alegría verdadera.

Yo la llamo "La vida de un luchador",  porque nunca voy a dejar de luchar contra las tentaciones, nunca, cada vez aumentaran mas, pero yo seguiré luchando, seguiré buscando su presencia como un código de honor, una táctica de santidad que se ha convertido en mi estilo de vida.

Hoy hice un pacto con Dios, y quiero que tu lo hagas también, una promesa de hacer un tabernáculo de oración para él todos los días, un código de honor inquebrantable en donde cada día podás ir delante de Él y orar, aunque sea 15 minutos TODOS LOS DIAS y podas pedirle que te llene de lo que Él es, que te llene de su poder y de su unción. Vas a ver tu vida transformada, vas a luchar más eso si, pero va a valer la pena, va a valer el esfuerzo y aunque te quedés dormido el secreto es seguir luchando, todos los días por un toque de su presencia.